La soldadura es un proceso altamente especializado que se remonta varios milenios atrás. Existen varios tipos de soldadura según materiales y procesos. El soldador está expuesto a determinados riesgos para su salud que requieren de un conocimiento profundo de las herramientas y, por supuesto, de una protección para soldar adecuada.
Hablamos de la soldadura, ese proceso por el cual conseguimos unir dos materiales, normalmente metales o termoplásticos. Esta unión es lograda a través de la fusión (también llamada coalescencia). A esta fusión se puede agregar un material de relleno o de aportación fundido para conseguir el baño de soldadura que, al enfriarse, se convertirá en una unión fija.
La historia de la soldadura se remonta a varios milenios atrás. Encontramos los primeros ejemplos en la Edad de Bronce y en la Edad de Hierro. Fue utilizada en la construcción del pilar de hierro de Delhi, en la India, que data, aproximadamente, del año 310.
Fue en 1800 cuando Sir Humpry Davy descubrió el arco eléctrico facilitando avances posteriores como la invención de los electrodos de metal por Nikolai Slavyanov y C.L. Coffin a finales de ese mismo año. También a finales del S.XIX se inventó la soldadura de termita y la soldadura a gas. Hasta 1900 no se dio un uso práctico al acetileno, descubierto en 1836, cuando se desarrolló el soplete.
La soldadura automática llegó en 1920 y a mediados del S.XX llegaron la soldadura de perno y la soldadura de arco sumergido junto al perfeccionamiento de otros tipos como la soldadura de arco metálico con gas.
En 1957 llegaron nuestros procesos. La soldadura por arco con núcleo fundente y la soldadura de arco de plasma. Un año después llegó la soldadura con rayo de electrones. Y en 1960, con la invención del láser, llegó aquel tipo útil en la soldadura de alta velocidad: la soldadura con rayo de electrones.
Si hablamos de tipos de soldadura, no sólo se debe tener en cuenta la tipología de los metales a soldar y sus características, sino también el proceso de soldado.
Dependiendo del material de aportación, tenemos dos tipos:
–Soldadura homogénea: en ella no se utiliza material de aportación o cuando se utiliza es de la misma naturaleza que las piezas que se van a unir. Los metales que unimos y el material de aportación tienen que ser de la misma naturaleza.
–Soldadura heterogénea: se utilizan materiales de distinta naturaleza, con o sin metal de aportación. También puede ser entre metales iguales, pero con distinto metal de aportación.
Existen otras categorías de división. Por ejemplo, en cuanto a la temperatura a la que se realiza el soldado (soldadura blanda y soldadura fuerte) o en cuanto al propio proceso (por arco, por resistencia eléctrica y oxiacetilénica):
–Soldadura blanda: para uniones de hojalata, chapas galvanizadas, piezas de latón y bronce, tubos de plomo y componentes electrónicos y eléctricos. La temperatura de soldadura es de 400ºC.
–Soldadura fuerte: para uniones de latón, cobre, aleaciones de plata, bronce, acero y fundición. La temperatura de soldadura es de 800ºC.
–Soldadura por arco eléctrico: se caracteriza por la creación y mantenimiento de un arco eléctrico entre una varilla metálica llamada electrodo, y la pieza a soldar.
–Soldadura por resistencia eléctrica: se emplea en la fabricación de carrocerías de automóviles, electrodomésticos (por ejemplo, neveras), y en las industrias eléctrica y de juguetería. La temperatura de las partes a unir y del metal de aporte se puede lograr por medio de resistencia a la corriente (puntos), por inducción (costura) o por arco eléctrico.
–Soldadura oxiacetilénica: láminas de acero o hierro. Se utiliza en construcción, en la industria naval y en la automovilística. Es la forma más difundida de soldadura autógena en la que no es necesario aporte de material.
En el desarrollo de su actividad profesional, el soldador está expuesto a una serie de riesgos para su salud como pueden ser: quemaduras, radiaciones ionizantes, caídas, cortes y golpes, sobreesfuerzos, inhalación de vapores tóxicos, ruidos…
Los elementos de Protección Personal (EPP) protegen al soldador ante posibles enfermedades profesionales causadas por la presencia de riesgos específicos que no pueden ser aislados o eliminados. Aumentan su seguridad y le permiten desarrollar su actividad con libertad.
El soldador protegerá las distintas partes de su cuerpo con equipos específicos homologados:
–Protección de cabeza y rostro: máscara o careta de soldar, gafas de seguridad, gorro o capucha.
-Protección respiratoria: mascarillas respiratorias para humos metálicos o respiradores con filtro.
-Protección auditiva: tapa oídos de inserción, moldeados, tipo copa u orejeras.
-Protección de manos y brazos: guantes, mangas o casaca de cuero.
-Protección de pies y piernas: bota en cuero tipo soldador y rodilleras.